De un momento a otro la realidad que habia decidido afrontar se desvanecio en tus ojos llorosos, que despacio, como sin querer mirar, atravezaron los cristales de tus anteojos para posarse en mi retina. No pude pensar mas. Toda esa concentracion que mantuve durante 4 o 5 horas se esfumo de golpe y me detuve a disfrutar ese bello encuentro. Y aun que me duela decirlo, elegi el camino incorrecto otra vez. Me puse del lado emocional, dejando de lado mi costado racional que tantas satisfacciones me habia dado para sentarme en un sillon candente al lado del corazon.
La realidad se convirtio en pesadilla, cuando me di cuenta, un segundo despues de decir lo que sentia, que no era el momento ni el lugar para sentir...
Con frio, sueño y demasiadas obligaciones me quede sentado esperando que el tiempo pasara, sin querer mover un dedo para no lastimarte. Pero ese destino complicado, complicó las cosas un poco mas, cuando decidi irme para no volver. Ahi me di cuenta que estaba adentro tuyo y que no me podia ir.
Podria decir que fue sin querer, que las cosas se sucedieron de repente jugando un juego violento de seduccion y verdad al mismo tiempo. O bien, podria decir que fue pautado desde hace mucho tiempo por los dos y que decidimos sincerarnos el uno frente al otro, en el momento en que no aguantaramos mas y quisieramos explotar.
Hoy me recorre una sensacion de culpa y verguenza a la vez. No se si quiero volver a verte y a la vez, no se si puedo sacarte de mi mirada. No se si me enamoro de las coincidencias o justamente, no lo hago por miedo a coincidir demasiado.
Solo te dejo un blog, un fragmento de mi vida de domingo a la tarde, vacia como desde hace mas de un año, pero llena de dudas a resolver.
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